Ficha docv

Ficha docv









RESOLUCIÓN de 22 de junio de 2017, de la Dirección General de Cultura y Patrimonio, por la que se incoa expediente para declarar bien inmaterial de relevancia local la Dansa de Castalla. [2017/5904]

(DOGV núm. 8074 de 30.06.2017) Ref. Base Datos 005840/2017


  • Análisis documental

    Texto
    texto texto
    Origen disposición: Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte
    Grupo Temático: 000



El artículo 1.3 de la Ley 4/1998, de 11 de junio, del patrimonio cultural valenciano, establece que forman parte del patrimonio cultural valenciano, en calidad de bienes inmateriales del patrimonio etnológico, las creaciones, conocimientos, técnicas, prácticas y usos más representativos y valiosos de las formas de vida y de la cultura tradicional valenciana.

Los artículos 15.5 y 55 de la Ley 4/1998, de 11 de junio, del patrimonio cultural valenciano, establece que se incluirán en la sección quinta del Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano, con la calificación de bienes inmateriales de relevancia local, aquellas creaciones, conocimientos, prácticas, técnicas, usos y actividades más representativas y valiosas de la cultura y las formas de vida tradicionales valencianas. Igualmente se incluirán los bienes inmateriales que sean expresiones de las tradiciones del pueblo valenciano en sus manifestaciones musicales, artísticas, gastronómicas o de ocio, y en especial aquellas que han sido objeto de transmisión oral y las que mantienen y potencian el uso del valenciano.

Visto el informe que obra en el expediente administrativo y de conformidad con el mismo; en uso de las facultades que confiere el artículo 56 de la Ley 4/1998, de 11 de junio, del patrimonio cultural valenciano; el artículo 20 del Decreto 140/2014, de 5 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento orgánico y funcional de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte; y el artículo 19.1 del Decreto 62/2011, de 20 de mayo, por el que se regula el procedimiento de declaración y el régimen de protección de los bienes de relevancia local, resuelvo:



Primero

Incoar expediente para declarar bien inmaterial de relevancia local la Dansa de Castalla y proceder a su inscripción en la sección quinta del Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano



Segundo

En atención a lo dispuesto por lo dispuesto en el artículo 56 de la Ley de la Generalitat Valenciana 4/1998, de 11 de junio, del patrimonio cultural valenciano, se determinan los valores del bien que justifican su declaración y se describen los detalles que permiten su precisa identificación, en el anexo que se adjunta a la presente resolución.



Tercero

La protección de la Dansa de Castalla como patrimonio cultural inmaterial se concretará en las siguientes medidas:

a) Realizar labores de identificación, descripción, investigación, estudio y documentación con criterios científicos.

b) Incorporar los testimonios disponibles a soportes materiales que garanticen su protección y preservación.

c) Velar por el normal desarrollo y la pervivencia de esta manifestación cultural, así como tutelar la conservación de sus valores tradicionales y su transmisión a las generaciones futuras.

Cualquier cambio que exceda el normal desarrollo de los elementos que forman esta manifestación cultural deberá comunicarse a la dirección general competente en materia de patrimonio cultural para, en su caso, su autorización administrativa y consiguiente modificación de la presente resolución.

Las acciones de salvaguardia que se proyecten deberán tener en cuenta, de manera muy especial, los riesgos de desvirtuación que podrían derivarse del turismo masivo, así como la necesidad de valorar y proteger adecuadamente los oficios tradicionales asociados a esta manifestación.

La gestión del patrimonio cultural protegido por esta declaración de bien de relevancia local inmaterial, corresponde a la Comissió de les Danses de Castalla y al Ayuntamiento de Castalla.



Cuarto

Notificar la presente resolución a los interesados en el procedimiento.



València, 22 de junio de 2017.– La directora general de Cultura y Patrimonio: Carmen Amoraga Toledo.





ANEXO

Datos sobre el bien objeto de la declaración



1. Introducción: Castalla tiene entre sus tradiciones la denominada Dansa, manifestación cultural que forma parte de las fiestas relacionadas con el ciclo agrícola también conocidas como «fiestas de cosecha». De origen incierto, al menos de momento, pero perfectamente documentada a finales del siglo XIX (1896), es la única fiesta de estas características que se celebra en Castalla. No obstante, la dansa también se encuentra presente en los municipios vecinos, así como en buena parte del territorio valenciano.

En el díptico de las fiestas de moros y cristianos del año 1896 la Dansa –«al estilo del país»– se celebró entre el 4 y el 13 de septiembre. En este díptico y en el de 1904 se aprecia claramente la relación entre estas y la Dansa. La relación entre las fiestas de moros y cristianos y la Dansa no ha de extrañar porque «la fiesta de moros y cristianos en general, y en particular en Castalla, surge de la unión de diversos elementos festivos que ya se hacían en cada pueblo –caso de la dansa– y que se fueron añadiendo poco a poco con los años». No obstante es necesario destacar que, a diferencia de las fiestas de moros y cristianos que se celebran en honor de la Virgen de la Soledad, patrona de Castalla desde 1719 hasta la actualidad, en la Dansa no se aprecian referencias religiosas. En este sentido puede afirmarse que se trata de una fiesta popular y profana, estrechamente relacionada con la fiesta de moros y cristianos que sí tiene un importante componente religioso.

Finalmente, conviene resaltar el importante trabajo realizado por el Centre Cultural Castellut y la Comissió de les Danses para recuperar y mantener la Dansa, después de su desaparición en la segunda mitad del siglo XX a causa de las transformaciones socioeconómicas experimentadas por Castalla (abandono del medio rural y de los modos de vida tradicionales, industrialización, auge de las fiestas de moros y cristianos, etc.). Ésta cumple con los requisitos patrimoniales, ya que supone, de una parte, la transmisión de unas técnicas, unos valores y unos conceptos de baile y musicales, y, de otra, forma parte de las numerosas tradiciones, tanto festivas como rituales, de la Comunitat Valenciana. La Dansa es una parte fundamental del patrimonio cultural de Castalla y, por extensión, valenciano.

2. Denominación: la Dansa de Castalla

3. Ámbito territorial: Castalla

4. Fecha de realización: penúltimo o último fin de semana de septiembre.

5. Actores principales

5.1. Dos reyes y dos reinas. En la actualidad hay una pareja de reyes para el viernes y otra para el sábado, pero no siempre ha sido así. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX la Dansa se celebraba más días y, por eso, habían más parejas de reyes como se comprueba en la imagen más antigua conservada en estos momentos y que data del año 1908. El domingo, dia del rascat, reinan las dos parejas reales. Éstas realizan la función de cap de dansa, abriendo el baile y yendo delante del resto de parejas de bailadores.

Los reyes van con los vestidos de mudar propios de finales del siglo XIX y principios del siglo XX: chaqueta corta negra de astracán; pantalones por las rodillas, de pana negra o azul marino; botonadura a los lados de las perneras; faja a la cintura; camisa blanca con corbata o corbatín negro; pañuelo y sombrero de ala ancha a la cabeza y los guantes en la chaqueta. También llevan anillos y joyas que caracterizan el estatus que representan. De esta manera se diferencian del resto de bailadores.

Las reinas van con los cabellos recogidos con un tocado rematado con flores, peinetas y agujas. Visten como las novias de finales del siglo XIX y principios del siglo XX: falda larga por encima de los tobillos, con briales y enaguas debajo de la falda; jubón a juego con la falda o negra, de media manga o manga larga rematada con randas y puntas, y mantón plegado y colocado al estilo de la época. La colocación del mantón es diferente entre las mujeres solteras y las casadas. En las solteras, el mantón cruza la parte izquierda por encima de la parte derecha. En las casadas, el mantón cruza la parte derecha por encima de la parte izquierda. A diferencia del resto de bailadoras, van engalanadas con collares de vidrio volador, colocados por encima del mantón. Los pies se calzan con zapato negro y medias blancas.

5.2. Dolçainers y tabalers. Son fundamentales en la fiesta. Su función es marcar el ritmo y cadencia de los bailes con sus toques y melodías. Su indumentaria difiere, tanto de la de los reyes, como de la de los bailadores. Visten pantalones largos de color negro, zapatos negros y la típica blusa valenciana.

5.3. Bailadores y bailadoras. Las parejas de bailadores constituyen el capital humano de la fiesta. Siguen las evoluciones y pasos marcados por los reyes de la Dansa, al ritmo del tabal y la dolçaina. La indumentaria de los bailadores difiere de la de los reyes de la danza. Van vestidos con chaleco, pantalones por las rodillas; faja en la cintura; camisa blanca y pañuelo a la cabeza. Los pies se calzan con zapatos negros o las típicas alpargatas valencianas y medias blancas.

La indumentaria de las bailadoras es parecida a la de las reinas, con la diferencia de no engalanarse con los collares de vidrio volador. Pueden calzar zapato negro o alpargatas valencianas.

5.4. Carasses. Son personas disfrazadas, con unos culos exagerados, muy bien tapados todos de arriba a bajo, caminan de manera deformada, a veces cojeando, a veces encorvados. Casi siempre hacen una voz muy graciosa para que no se sepa quien son, y hacen mucha fiesta. Como todo disfraz, participan en la danza transgrediendo el espacio ritual y engrescando al público que ha ido a verlos y a reírse.

Las carasses suelen aparecer en la plaza cuando la danza está en marcha, para no desvelar su identidad. Llevan las caras completamente tapadas con saquitos de tela pintada y con agujeros en los ojos y la boca. La cabeza la llevan cubierta con sombreros de paja, de tela, y/o pañuelos. En las manos suelen llevar algún complemento, como bastones, espolsadores, escobas y aüixadors. Además, tienen una barraca construida con cañas de río donde guardan sus complementos.

En Castalla, las carasses pueden meterse por el medio de la danza, y sacar a bailar a cualquiera, asustando a los niños, llevando sorpresas para los mayores, cambiando la voz; y sobretodo molestando a los bailadores y el público con los aüixadors. Éstos están formados por una caña en el extremo de la cual hay enganchadas cintas de papel; que servía para aüixar las moscas. Son recordados por la gente mayor porque «donaven molt desfici quan te les passaven per la cara».



6. Actores secundarios

6.1. Bailadores y bailadoras espontáneos. Son espectadores que, en un momento determinado, deciden participar en la fiesta bailando con ropa de calle.

6.2. Espectadores. Gente del pueblo que acude a la plaza a gozar de la fiesta.



7. Descripción del bien

7.1. Actos preliminares – ensayos. Como actos previos a la Dansa, se realizan una serie de ensayos para que todas las personas interesadas pueden aprender a bailar. Además, estos ensayos se aprovechan para motivar a los bailadores y bailadoras a participar en la Dansa de ese año; y para que la Comissió de les Danses ultime los preparativos de la fiesta.

Los ensayos se realizan la tercera o la cuarta semana de septiembre, de lunes a jueves, a las 21.00 horas. Éstos tienen lugar en diferentes calles y plazas del pueblo, con el objetivo de crear ambiente e invitar a todos los vecinos del pueblo a participar en la fiesta. Es el momento que aprovechan los bailadores y bailadoras para buscar pareja con quien bailar la Dansa. La distribución de los lugares de ensayo es el siguiente:

– Lunes: calle Central

– Martes: plaza de Les Eres

– Miércoles: glorieta del Convent

A lo largo de esta semana, los dolçainers y tabalers se incorporan a los ensayos, convirtiendo los mismos en una auténtica dansada popular que recorre algunos de los barrios del pueblo.

7.2. Parte central. Está formada por el pasacalles para recoger a los reyes del día y la dansa popular que tiene lugar en la plaza Major, el viernes, el sábado y el domingo de la penúltima o última semana de septiembre:

7.2.1. Pasacalles y recogida de los reyes. Comienza en la plaza Major al final de la tarde, entre las 19.00 y las 20.00 horas. El itinerario varia dependiendo del domicilio de los reyes del día. Desde la plaza, la comitiva, compuesta por dolçainers, tabalers y unos cuantos bailadores y bailadoras se dirigen a recoger al rey y después a la reina. Tanto el rey como la reina reciben a la comitiva, a la puerta de sus respectivos domicilios, ofreciéndoles pastas típicas, mistela y licor de hierbas. En esta parte, el pasacalles es bastante informal, sin ningún tipo de estructura. Pero una vez recogida la reina, el desfile es más formal. Lo encabeza la pareja de reyes, seguida por la pareja de reyes del siguiente día y el resto de bailadores, debidamente emparejados con sus bailadoras. Cierran el desfile los dolçainers y tabalers. Normalmente, la comitiva accede a la plaza Major desde la calle del Mig, pero también lo pueden hacer desde la plaza de la Font Vella, todo depende del itinerario marcado para la recogida de los reyes.

7.2.2. Dansa en la plaza Major. Se inicia los tres días, una vez acabado el pasacalles. Consta de tres bailes: la dansada, la danseta y el fandango enganyat.

7.2.2.1. La dansada, la primera de las tocatas, arranca con el ritmo del tabal. La pareja de reyes, que hace de cabeza de la danza, comienzan a marcar el paso para hacer una primera vuelta a la plaza sin tocar las castañuelas, como una especie de presentación, invitando al pueblo a unirse a la fiesta. Cuando la dolçaina suena, todos comienzan a bailar. Cuando para la dolçaina, normalmente con una nota más larga que puede durar uno o dos compases, los bailadores acaban la dansada con una vuelta sobre ellos mismos, y retoman de nuevo el paso de tabal avanzando alrededor de la plaza Major. En esta primera vuelta, los reyes de la dansa llevan las castañuelas de las reinas en la faja, por eso no se tocan, y las reinas llevan un pañuelo blanco en la mano derecha. Al finalizar esta primera vuelta, la dansa para un momento para que los reyes le den las castañuelas a las reinas a cambio del pañuelo. Al retomar la dansa, en la segunda vuelta, ya resuenan las castañuelas por la plaza.

A partir de aquí, pueden entrar las carasses a bailar y a cambiar las parejas, incluso a los reyes, que pueden quedarse solos en el medio de todos sin pareja. Esta intromisión entre los dansadors de un personaje vestido grotescamente, que a veces lleva la dirección de la fiesta, pero que también baila a deshora, que abre el paso a la comitiva, o la cierra, o les quita los sombreros y otras piezas del vestido a los bailadores, son elementos de contrapunto que rompen la barrera que separa pueblo, bailadores y espectadores, produciéndose un desorden en el espacio escénico de los dansaires. En Castalla, las carasses pueden salir a la plaza todos los días de dansa excepto el domingo, dia del rascat. Antes era costumbre que, hecha la primera vuelta a la plaza, las parejas cambiaran, de manera que todos pudieran bailar con todos. Normalmente eran los hombres los que alternaban: se había de pedir permiso al bailador de la otra pareja y concertar el número de vueltas o dansades con la bailadora nueva. Hoy los bailadores bailan solamente con sus respectivas parejas. Además, cualquier espectador puede incorporarse al baile. Esta primera dansada puede durar lo que quiera la pareja de reyes y los dolçainers; no tiene unas vueltas determinadas y siempre se baila igual. El domingo, dia del rascat, durante la primera vuelta de la dansada, los reyes llevan la espada al hombro, cosa que les supone un impedimento para bailar. Entonces, al tocar la dolçaina, ningún bailador baila. Al finalizar la primera vuelta, los reyes dejan las espadas y les dan las castañuelas a las reinas a cambio del pañuelo. Cuando se reinicia la dansada, las castañuelas suenan en la plaza y al sonar la dolçaina, todos comienzan a bailar. El resto del baile se desarrolla igual que los otros dos días, a excepción de las carasses, que no participan en esta ocasión.

7.2.2.2. La danseta o danseta plana o de Tibi (aunque no se ha podido averiguar porque se asocia a este pueblo, ya que en Tibi no se baila igual), tiene otra estructura más complicada que se describe a continuación. En primer lugar, se basa en un ritmo más lento que recuerda el tiempo conocido de la Muixeranga; es, por tanto, un baile más pausado, con movimientos de pies y manos diferentes, también muy sencillos. Por su carácter podemos ver cierta apariencia señorial, sobretodo en algunos gestos refinados y pausados de los bailadores y bailadoras, seguramente por la influencia que a lo largo de los siglos XVII y XVIII tuvieron los bailes señoriales por todas partes. Al igual que la dansada, la danseta se mueve por parejas, pero ahora estas hacen una media vuelta a la plaza, cara a cara y forman filas, para comenzar propiamente el baile.

Los bailadores evolucionan de derecha a izquierda, al ritmo del tabal, siempre siguiendo el mismo paso. La música de la dolçaina va sonando, pero esta ahora no marca ninguna pasada ni ningún movimiento distinto, simplemente acompaña. Aquí, las evoluciones de los reyes y reinas marcan la estructura del séquito: en la primera pasada, el hombre baila por la parte de fuera de la fila que va detrás suyo y la mujer por la parte de dentro; la segunda pasada es al revés; después bailan los dos por dentro y finalmente los dos por fuera.

Forman una especie de pasadizos. Cuando los reyes de la dansa han pasado por las cuatro filas, salen de la plaza por un lateral y detrás, a medida que acaban, salen las otras parejas. Así se acaba esta primera parte del baile. Después de esta pasada, la danseta se mueve ahora en filas enfrentadas, y estas, cada una desde su lateral, comienzan a marcar el paso, para encontrarse al medio de la plaza, donde bailadores y bailadoras realizan unos cruzamientos a manera de trenes. Conviene señalar que, durante la evolución del baile, cada vez que los reyes de la dansa cruzan o aparecen en la plaza, la dolçaina comienza con la melodía.

Cada fila va acabando en el extremo opuesto en que comienza. Pero, también hay una segunda variante, un poco más complicada: si ante se hacia una trenza simple, ahora la danseta evoluciona haciendo una especie de nudos o vueltas, mediante los cuales, los bailadores y bailadoras que van encontrándose, primero se dan la espalda y después la cara. Es interesante destacar, en estas dos pasadas, el cruce de todos los hombres con todas las mujeres, porque esta estructura reafirma la comunicación e interacción del grupo; y favorece el contacto con las miradas, los gestos o los movimientos. De hecho, al ir avanzando entre las filas, todos y todas mantienen la relación durante el baile de una forma más o menos constante. La danseta solo se baila entera una vez por tarde, ya que requiere mucho tiempo.

El domingo, dia del rascat, la danseta comienza con un ritual diferente. Los reyes envuelven una faja alrededor de las espadas formando un arco, por debajo del cual pasan las parejas de bailadores, que depositan un donativo en las bandejas de plata que sustentan las reinas. Una vez han depositado su donativo las parejas de bailadores, las reinas, acompañadas por sus respectivos reyes, se pasean por la plaza Major y recogen los donativos de todo el público asistente. Esta recolecta sirve para el mantenimiento de la Dansa. Mientras tanto, el resto de parejas siguen con el baile, al cual se incorporan los reyes, una vez finalizada la colecta. Además, este día, los bailadores llevan en sus fajas un cucurucho de papel lleno de confeti, almendras azucaradas, anisetes y caramelos, para derramar, en los cruces, sobre la cabeza de sus respectivas bailadoras. Tanto la dansa como la danseta, pues, no requieren un número determinado de parejas. En la danseta, además, tampoco es necesario que bailadores y bailadoras estén emparejados. Todo lo contrario, se permite que todos y todas puedan animarse a tomar parte en cualquier momento del baile. Ésta es la esencia de la dansa popular.

7.2.2.3. Fandango enganyat, es el tercer baile. Tiene un toque de tabal pausado, que aumenta su ritmo a cada pasada, siendo cada vez mucho más rápido y la dolçaina suena más movida y alegre. Se llama enganyat porque basa su estructura en la capacidad que tiene la bailadora de conseguir engañar de paso y movimientos al bailador. Los participantes se distribuyen libremente en la plaza. Es, por tanto, un baile más libre en cuanto al orden, ya que cada pareja puede colocarse donde quiera y bailar como quiera. El fandango se baila a saltitos, vueltas, poniéndose de rodillas, y movimientos de pies y brazos, muy rápidos y vivos, que se realizan en cualquier momento en que suena la dolçaina. El tabal, como siempre, no para y puede alargarse tanto como quieran los músicos. En el fandango enganyat la bailadora se convierte en cap de parella, marca los movimientos y siempre intenta distraer al bailador realizando pasadas imprevistas. Éste, por su parte, ha de poner toda la atención en seguir a la pareja e intentar no perder el paso ni equivocarse de movimiento, hacer una vuelta cuando no toca, arrodillarse a una intención engañosa de la bailadora, etc. Según testimonios orales, cuando el bailador era engañado entraba otro y así hasta que todos eran eliminados o el fandango se alargaba demasiado. Hoy, el fandango parece que ha perdido el aspecto de juego-concurso que tenía entonces y ahora lo suelen danzar todas las parejas a la vez, sin jugar a engañar, sino más bien como un fandango cualquiera. Ahora bien, cada vez son más las parejas que se esfuerzan por recuperar este aspecto. Con el Ora pro nobis Santa Catalina, tocadeta de dolçaina de tres compases, finaliza la dansada del día.

Mapa web